Luisa Orozco

La vida se presenta tan grande y compleja como el ser mismo, desde la contradicción originaria de la muerte como sentido de la existencia...Como la pregunta eterna por sí mismo y la respuesta en la mirada del otro...

Thursday, July 27, 2006

Como contar los años felices, si cuando estás lleno de amor el tiempo parece tan liviano que se escapa entre los dedos, si cada momento se hace eterno, perpétuo e infinito, tanto que crees que nunca tendrá final... si cuando se es feliz te sientes tan fuerte, tan inmortal, que la realidad pasa por debajo de tus pies y no te roza, no te perturba, no te agobia; porque el ser parece pertenecer a otra dimensión... tan lejana de lo mundano, tan elevada en sus pretenciones ilusorias, tan profunda y visceral que te inmortaliza en la mirada del ser que amas y a través de la cual encuentras las respuestas que siempre has estado buscando, la eternidad que siempre has perseguido, la valía de tu ser y de tu cuerpo preciado y adorado que adquiere la forma verdadera, la forma de tu inmanencia trasparente y deslumbrante..

Como contar los momentos de tristeza, si cuando sufres el tiempo parece eterno, si el dolor te arrastra a las entrañas de tu ser terrenal; en el fondo infinito de la sapiencia de la vida, en la impotencia del desconocimiento y la incapacidad al descubrite falible y siempre errante... al reconocerte extranjero en ti mismo al tiempo que evidencias lo verdadero e impredecible de tu ser en el mundo, si cuando sufres, un motor sensorial parecer acelerarse al máximo de la capacidad de tus pensamientos y llega a ti como la certeza de que estas solo, de que la vida es solo tuya y nadie podrá sentirla con tu piel, saborearla entre tus labios y verla a través de tus ojos irrepetibles e inmemoriales...

Tal vez no se pueda contar nada de la vida, sólo la vida misma; inconclusa y asombrosa, evidente y misteriosa... tan corta e insondable como cada respiro que nos permite sentirnos vivos y en consecuencia, más cercanos a nuestra última partida--

Wednesday, July 26, 2006

Vuelve a mi la nostalgia de un día gris que siento repetido y desgastado, vuelve a mí la sapiencia de su unicidad y cómo el hoy me ofrece la oporturnidad de cambiar el mundo. Vuelve a mí la esperanza y la melancolía por las palabras que aún no han podido expresar; este exceso de vida que llevo en mi pecho, estas ganas de gritarle al mundo que somos iguales y que un futuro próspero es posible, al tiempo vuelve la realidad aberrante que me somete a la frustración de mi impotencia y de mi ser confinado a observar un mundo que se desangra ante mis ojos...