Luisa Orozco

La vida se presenta tan grande y compleja como el ser mismo, desde la contradicción originaria de la muerte como sentido de la existencia...Como la pregunta eterna por sí mismo y la respuesta en la mirada del otro...

Thursday, June 22, 2006

Por qué sera que el mundo suena tan gastado algunas veces? si mis ojos inexpertos desconocen la verdad de lo que me rodea, si el mundo que he constuído se reduce a lo que he aprendido... las palabras vienen gastadas hoy, cuando quisiera entender realmente qué es lo que busco de mi vida, qué es aquello que me mueve a levantarme todos los días y pensar que vale la pena luchar... pero contra quien o por qué?, eternas preguntas que rondan mi cabeza tan confusa e incansable. Quisiera contarle al mundo lo que soy, aquello que siento tan profundo y vívido, aquella certeza de que esta es la oportunidad de la existencia, la oportunidad de la felicidad, la oportunidad de la belleza verdadera y no simplemente de lo visible, sino de lo oculto, de lo inefable y de la esencia colectiva. Siento el pulso del mundo en mis manos, un mundo irrepetiblemente rápido y voraz, un mundo mecánico y superfluo donde todavía palpitan corazones sensibles y desprevenidos; donde cada cual busca algo para sí pero en el fondo todos buscamos lo mismo... aquello por lo cual sea válida la existencia, aquello que nos permita inmortalizar nuestra presencia en este mundo, aquello que nos permita dejar nuestra eterna e inmensa soledad para lograr expresarnos y ser en el otro. Pero nuevamente se hace claro para mi que las verdades del mundo han sido reveladas desde mil años atrás, que el mundo no ha cambiado, más bien se ha desvanecido en las respuestas fugaces y materiales que nos hemos inventado para tratar en vano de manejarlo y controlarlo. Quisiera encontrar un rastro real de humanidad, pero no desde la mirada utópica e idealista de la modernidad, sino en la esencia innegable de nuestra condición de seres sensibles... pero me desgasta la conciencia de que cada vez parecemos más lejanos a ese entendimiento, que cada día hay más máscaras y fantasmas que construyen nuestro entorno y realidad, que nuestro afán desmedido por la inmortalidad y el miedo a la muerte y finitud nos ha llevado a eternizar lo más efímero de nuestra exitencia; nuestro cuerpo y lo material que representa. La obsesión ridícula por la eterna juventud y la perfección corpórea que abandera lo visible, lo presente y "pertinente", que adjudica la valía del ser en el tener (parecer) y deja de lado la pretendida dignidad humana al volver al hombre mismo un medio y no un fin... La conciencia de la pérdida del tiempo, no en la magnitud de su pretendida inmovilidad material, sino en el desperdicio del mismo en pro de ilusiones irrealizables y claramente ajenas a nosotros mismos, en el ser para el otro y por el otro desde el supuesto de lo que el otro desea y que esconde lo que en realidad todos los seres humanos hemos buscado desde siempre; aquella plenitud que solo puede alcanzarse cuando logramos ver más allá de lo visible, cuando algo inexplicable y milagroso sucede y sentimos que no estamos solos, que somos todos y uno solo en esta vida que nadie nos explicó como vivirla, en las palabras gastadas que hemos oído mil veces pero que en contadas ocaciones podemos sentirlas nuevas y llenas de significados que la superan... en la eternidad de nuestro ser en el mundo sin respuestas.

3 Comments:

Blogger Dustin Tahisin said...

Vuestro honor no lo constituirá vuestro origen, sino vuestro fin.

NIETZSCHE, Friedrich

12:07 PM  
Blogger Dustin Tahisin said...

Toda convicción es una cárcel.

NIETZSCHE, Friedrich

12:08 PM  
Blogger Sergio Nieto said...

Es allí,
donde se abre la puerta de todos los eventos, de todos los secretos.
Entrar y salir, pero salir.
y ver la ciudad perder un anónimo,
ocupar donde no se ha ocupado.
Entrar,
y esperar.
Increpar, salir.
Es entrar al mismo tiempo.
No esperar nada.

7:35 PM  

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